**Ha llegado la Navidad**

Ha llegado la navidad, dicen “que tiempo para reflexionar”, muy mal lo tenemos si dejamos para este mes las reflexiones de nuestra vida, yo diría mas bien que “tiempo para hacer un resumen de nuestras reflexiones”. Nos daremos cuenta que escribiríamos un libro de todas las reflexiones a lo largo de todo el año; ¿pero las hemos puesto en marcha? ¿hemos valorado el motivo o los motivos que nos han hecho reflexionar?

Nos asombraríamos de ver como tan pocas de esas reflexiones a lo largo del año hemos llevado a su fin; somos así, humanos por excelencia, y como errar es de humano todo queda guardado en un baúl de reflexiones que al fin al cabo han sido solo momentos vividos y que seguimos en la vida tropezando siempre con las mismas piedras. 

En esta época “mágica”, donde por algún motivo nos hace olvidar  todo, y no solo los que nos encanta la navidad, es que hasta los que no les gusta siempre tienen un motivo para decir “no me gusta la navidad”, ya eso es una magia, porque no existe ningún otro mes al que la gente tome tanto en consideración.  

La navidad se ha convertido en algo comercial, con los regalos, (claro a todos nos gusta los regalos), pero lo mas hermoso de la navidad son esos momentos compartidos, los encuentros, hacer esas promesas (que jamas cumpliremos), y sobre todo compartir la alegría de terminal un año y empezar un nuevo año, con las expectativas, las ilusiones y los sueños a millón y que con el pasar del almanaque va perdiendo fuerzas y se van dejando atrás tantas promesas.

Llega la Navidad, y llegan también las añoranzas, las melancolías, las tristezas y las lágrimas, y es que por eso la Navidad tiene esa magia, donde las emociones están a flor de piel, recordamos hasta la mascota que se ha muerto, al pájaro que se ha escapado y un sin fin de cosas que hemos dejado en el camino.  

Pero lo mas doloroso es cuando estamos sentados en la gran mesa y miramos hacia un lugar donde siempre por muchos años estaba alguien, y ya no esta.  Ese momento hace que nuestra alma se tambalee, y un dolor muy fuerte se pose en el centro de nuestro pecho, para recordarnos que no todo es alegría. 

Y llega ese momento donde miramos hacia atrás y vemos que casi llega el 31 de diciembre y sus doce campanadas, y nos daremos cuenta que la vida nos esta dando otra oportunidad para vivirla, para recomenzar, para existir y sobre todo para sembrar y poder recoger siempre una buena cosecha, de esas cosechas que dejan huellas.

Hagamos la Navidad el tiempo para compartir y ese tiempo también para reflexionar que la vida nos da nuevas oportunidades, y sobre todo hagamos de la Navidad un tiempo para dar amor y no dejarlo nunca de dar, porque si no tenemos amor para dar no podremos esperar que el amor venga en una caja de regalo, eso no se encuentra en la tienda, eso esta dentro de tu alma, dentro de tu corazón y esta para darlo y no para guardarlo esperando un no se que.

Amemos, riamos, lloremos, y sobre todo disfrutemos de poder decir “Ha llegado la Navidad” porque eso significa que hemos llegado nuevamente a tener la oportunidad para llegar a decir “Feliz Año”, un nuevo año para vivirlo a plenitud. 

Carlyn