Hay situaciones en la vida que nos dejan clavadas en una silla, sentada, dejando pasar el tiempo, los minutos, los días; las ganas de vivir se convierte en un torbellino de sin sabores, el paladar de las ilusiones se vuelve completamente soso y la luz de los sueños se nubla con nubarrones.
Hasta que un día, un rayo de sol ilumina tu estancia, tu corazón, tu alma y siente nuevamente la necesidad de levantarte, caminar, andar, seguir, dando al traste con esa silla donde los clavos de la indiferencia han clavado tus sueños.
Levantarse, aun cuando no se sienta las fuerzas, ¡hay que levantarse! seguir, porque es la única forma de construir nuevamente sobre los escombros, ¡la vida!
El tiempo nos hará cubrir nuestras heridas, y miraremos hacia atrás, y veremos esa silla, tan triste y solitaria, quedada en ese camino donde un día dejamos pasara el tiempo que no podremos recuperar.
Levantarse, sin miedo, siempre habrán momentos que caeremos en desilusiones, perdidas, engaños, mentiras, enfermedades y su acompañante inseparable el dolor.
Lo importante es tener la fortaleza de volver a resurgir en nuestro interior, brotando como un hermosa flor en nuevo amanecer.
¡¡Levantarse!! luchar por esos sueños, esas ilusiones y reconstruir con amor nuestras vidas.
Carlyn
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