Hoy los mire y no pude reconocerlos,
su brillo de antaño no están en sus pupilas,
la sonrisa que brindaba, da paso a una melancolía,
como las hojas de otoño caídas.
La candidez de su calor da paso a la frialdad de la soledad.
La vejez se palpa en cada lado,
su juventud ha quedado en un pasado,
solo queda retazos de un sueño
y de ensueños se marchito la vida.
Hoy los mire,
y quise ver mas allá de esa tristeza
nublada por una lagrima,
en el fondo de esos
ojos quedan retazos
de amor y felicidad.
Solo se asoma la neblina de un dolor que no culmina.
Carlyn
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